Muy juiciosos a eso de la 5 de la tarde del domingo empezaron a llegar las palmas, las guaduas los horcones y la soga para empezar construir la enramada donde se cocinaría, como hace más de 100 años el picadillo, la cachapa, el pisillo, el chicharon de cerdo, las tajadas de plátano y el dulce de papaya, el propósito era grande, conquistar los exigentes paladares, de matronas tan legendarias, como la Nena Jara, Doña Oti y Ana Elvira Peroza, y se logró, el IDEAR, fue reconocido como uno de los mejores stands en el Día Departamental del Llanero.
Y es que la tarea no fue nada fácil, tratar de hacer una representación fiel de las primeras jugadas de gallo, como se hacía en los primero inicios de la fundación de lo que hoy se conoce como el Departamento de Arauca, fue una tarea titánica, que congregó a toda la familia Idear, bajo el mando de María Isabel y Mairita que saben mucho de costumbres llanera y que le dieron el toque sencillo y austeros de los viejos ranchos de la sabana.
Junto con Sheyla que trajo la arena para la gallera, Andreina que trajo los taburetes y el pilón, Laura que trajo los platos de peltre, Eva Estella que trajo las Sogas de cabresto y rejo, Isabel que puso los peroles para la preparación de los alimentos, clara que trajo el fogón y la leña, Mariela que trajo el burrito con la jamuga, Irene que puso la mesa, Franklin que prendió el fogón para hacer el café, Laura Vanessa que atendía a las visitas, Brenda que lavaba los pereto y las perolas, Sandra que repartía un aperitivo para los invitados más excelsos, Yolanda que acomodaba la decoración, Arely que trajo los gallos, mientras Angie, Jessica y Laura cobraban la plata para las apuestas en la gallera, Álvaro trajo el bastimento para la comida, Carlos aseguró la casa, Javier que remendó las goteras y Cesar le dio de comer a los gallos.
Sin olvidar a Jean Carlos, qué coló el café, Román que lo probó y le dio el visto bueno, Denis que le daba la sazón a la comida, Martin y Fredy que andaban pendiente de los borrachos, Blanquita que estaba al tanto que no faltara nada en los platos de los presentes, Camilo que amenizó con una tonada a la Luna Llena y Juan Carlos y Dabid que le pusieron las espuelas a los gallos, hicieron de La Gallera Cantaclaro, el lugar más representativos de nuestra tradiciones llaneras, recordando el legado dejado por nuestros ancestros, reviviendo el pasado dejando para la posteridad la Celebración del Día Departamental del Llanero.